Pixie Griffiths nació de 28 semanas pesaba tan solo 0,5kg
Sin embargo, su peso bajó a menos de 0,45kg minutos después de su nacimiento.
Los doctores debían actuar rápido, así que la metieron en una bolsa plástica para bocadillos o sandwiches para que se mantuviera su temperatura corporal.
Pixie fue llevada a cuidados intensivos y no se esperaba que viviera más de una hora.
Era más pequeña que la mano de su propia madre.
Milagrosamente, Pixie sobrevivió y ahora es una bebé saludable.
«Los primeros días fueron una pesadilla porque los doctores decían que no lo lograría, pero de alguna forma, Pixie logró salir adelante».
Si el artículo te gustó te animamos a que lo compartas con tus amigos y familiares.