Sus padres creen que la condición provocó que Jenny se quitara la vida trágicamente en junio de este año. Ella fue encontrada colgando de un árbol, cerca de su casa en Chadlington, Oxfordshire (Inglaterra), después de escribirle por mensaje de texto a su amiga que no iría a la escuela ese día.
Sus padres habían eliminado el WiFi de su casa, después de que ambas, Jenny y su madre, tenían tiempo sufriendo los síntomas:
«Jenny estaba enferma y yo también. Hice algunas investigaciones y encontré lo peligroso que puede ser el WiFi así que lo quité de la casa… Tanto Jenny como yo mejoramos mucho, pero Jenny seguía sintiéndose enferma en la escuela, en ciertas áreas».
Ella incluso puso varias quejas en la escuela antes de la muerte de Jenny, acerca de los problemas de su hija:
«Llevé un montón de información a la escuela para mostrársela al director, Simon Duffy, pero él dijo que existe la misma cantidad de información disponible que afirma que el WiFi es seguro. También tuve una acalorada discusión con maestros, explicándoles que Jenny era alérgica al WiFi y que no tenía sentido hacerla estar en las habitaciones que le estaban haciendo mal».
Sin embargo, el EHS actualmente no está reconocido como un diagnóstico oficial, ya que muchos médicos afirman que no hay vínculo científico entre los campos electromagnéticos y los síntomas que los pacientes describen. El forense dictaminó que los textos que ella envió a su amiga eran un grito de ayuda, pero la madre de Jenny está convencida de que su hija no era suicida.
Los padres de Jenny ahora están haciendo campaña para eliminar el servicio de Internet de guarderías y escuelas, y la madre dijo:
«Tengo la intención de continuar con mi campaña para poner en relieve los peligros del WiFi».
Nuestros pensamientos están con la familia de Jenny en este triste momento.
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