Liezel Kennedy, un granjero de Saskatchewan, se levantó una mañana y se dió cuenta de algo terrible.
Sus 500 ovejas no estaban a la vista. El hombre, preocupado y con el corazón en la mano, se montó en su camión y empezó a buscar desesperadamente a la manada de ovejas perdidas.
Al principio dice que hizo varios recorridos por sus tierras y no vio nada. ¿Ustedes las pueden ver?
¿Qué tal ahora? Ven algo?
¿Y más de cerca? Ahora si las ven?
Liezel afirma que tuvo que acercarce a menos de 100 metros de las ovejas para al fin verlas.
Qué alivio!