Es uno de los pocos monumentos que no han sido rescatado de su estado original desde que se redescubrió en el siglo XIX. La École française d’Extrême-Orient, quiere mantenerlo así para mostrar cómo se encontraba cuando este lugar fue descubierto.
La verdad es que ofrece un panorama impactante, en donde los árboles y sus raíces se han combinado con las ruinas, demostrándonos el poder de la naturaleza. Esto nos hace pensar, ¿qué pasaría si nuestras ciudades fueran abandonadas por un desastre natural como lo sucedido en Angkor? ¿La naturaleza haría de las suyas?
¿El cambio climático actual nos llegará a afectar de esta forma?
Este video deja mucho que pensar…
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