Dos mujeres de Israel al ver un autobús abandonado tuvieron una genial idea con la que podrían solucionar su problema con la viviendo y crear una casa totalmente a su gusto.
La restauración fue un trabajo duro pero Tali Shau y Hagit Morevski dicen que disfrutaron y la experiencia de estar su propio hogar las empujaba cada día a mejorar y tener nuevas ideas para la decoración del autobús.
Después de horas de trabajo han conseguido una curiosa vivienda con muchos detalles estilo y diseño
El puesto donde estaba el conductor es un tranquilo rincón de lectura y como recuerdo han mantenido el clásico y viejo volante.
La cocina y el comedor ocupan la gran parte del espacio del autobús y tienen todo lo necesario
En el centro se encuentra el baño y la ducha de tamaño normal
Al final se encuentra el cuarto principal que también sirve de sofá para los invitados
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