Donna Shute, una profesora de literatura inglesa, trabajaba en un colegio católico privado.
Ella era la profesora de inglés para 11 y 12 grado y además la directora del grupo de debate.
Ella desde el principio se sintió un poco incómoda con la directora, además, el salario era bajo.
Sin embargo, ella quería cambiar las vidas de las niñas a las que les daría clases.
Donna ya estaba en terapia para tratar su anorexia, sin embargo, su condición empezó a deteriorarse, así que tuvo que considerar la opción de internarse en una clínica.
Unos días antes de las vacaciones de diciembre, la directora la llamó a su oficina y le dijo que muchas otras profesoras le habían informado de su enfermedad.