Sino a aquellos otros de la vida diaria que pueden ser no tan trágicos como estos, o dependiendo de con qué pie te hayas levantado ese día: el triple de trágicos.
Así que por lo pronto, como estos no nos han pasado a nosotros –por ahora–, ¡riámonos hasta que nos duela el estómago! Porque uno nunca sabe cuando la vida nos hará lo mismo en nuestra cara…
¿Te gustó? Déjanos tu comentario y no te lo quedes para ti ¡compártelo con tus amigos!